La utilización de mármol blanco de Carrara es un símbolo de lujo, exclusividad y buen gusto que se ha mantenido en la sociedad desde el siglo 48-44 a.C. cuando el emperador romano Julio César comenzó a utilizar este material para las construcciones públicas de Roma, un movimiento que no tardaron en copiar las familias más ricas de la época que querían simular el esplendor del palacio del César.
El mármol blanco de Carrara tiene la particularidad de tener una tonalidad bastante especial, tanto por su “blancura” como por sus reflejos azulados y grises, así como por ser un tipo de mármol que casi no tiene vetas y con un grano muy fino que es bastante complicado de encontrar.

Carrara es un municipio de la provincia Massa-Carrara que se encuentra en la Toscana (Italia) y que, además de haberse hecho muy popular por su mármol blanco pulido, aparece en las novelas del poeta Dante Alighieri y tiene monumentos como una catedral del S. XII o un palacio ducal muy conocidos entre los amantes del arte y la arquitectura.
Tendencias en piscinas con acabados en mármol
Los acabados en mármol son sinónimo de belleza porque nos recuerdan a elementos claves de nuestra cultura y a un pasado en el que el arte, la belleza y el equilibrio lo eran todo. El Panteón de Agripa y la Columna de Trajano están hechos de mármol blanco de Carrara<. Era también el material preferido de Miguel Ángel para realizar sus esculturas y la Catedral de Siena está llena de elementos decorativos de este material. Una piscina con mármol blanco replica el canon de belleza de esta época en la que el culto a la proporción estaba por encima de la opulencia. La sociedad griega y romana tuvieron un impacto que llega hasta nuestros días y del que vemos vestigios en todo lo que nos rodea.
Las piscinas con acabados en mármol blanco de Carrara llaman la atención porque es un material difícil de conseguir ya que se importa directamente desde las canteras de los Alpes Apuanos de Carrara. Se necesita un transporte especial para que pueda ser trasladado sin accidentes y hay muy pocas empresas que trabajen con él.

Pero esto, que a priori parece un problema en realidad es uno de los motivos por los que el mármol de Carrara es tan apreciado y valorado entre los amantes de la arquitectura. No solo se consigue una piscina con una estética elegante y única, sino que detrás hay una doble lectura artística que nos recuerda la importancia que ha tenido este material a lo largo de la historia.
La calidad del mármol blanco de Carrara
Si el mármol de Carrara es popular a nivel artístico no es solo por su belleza, sino porque tiene una composición que es perfecta para perdurar en el tiempo. Conocemos edificios o esculturas que llevan siglos entre nosotros y que se conservan en muy buen estado, algo que no suele ser común cuando se trabaja con piedra u otros materiales de peor calidad.
Una piscina con mármol blanco de Carrara tiene acabados que a nivel estético son más llamativos que el mármol normal, pero no podemos olvidar que otra de las ventajas es la durabilidad del mismo. Un acabado con mármol de Carrara nos garantiza que la piscina va a mantenerse en perfectas condiciones durante más tiempo.
Dentro del propio mármol de Carrara podremos elegir varios tipos siendo principalmente populares las variedades C, CD y D (se diferencian en el grano), que son muy moldeables y admiten todo tipo de tratamientos de brillo, apomazado, pulido, envejecido o incluso arenado.
Elegir una piscina con mármol blanco se sale de lo común, por lo que es más importante que nunca elegir un tipo de acabado en mármol que nos garantice el nivel de calidad, la estética y el acabado que nosotros queremos. A fin de cuentas, el elemento estético no lo es todo y si no fuese porque la calidad del mármol blanco de Carrara es muy alta este tipo de material no hubiese mantenido su popularidad a lo largo de tantos años y a través de tantos períodos políticos y sociales.
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